Adolescencia I

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¿CÓMO SE MANIFIESTA? 

La adolescencia está considerada como una de las etapas de mayor estrés para los padres. Los hijos atraviesan un momento difícil, en el que la rebeldía, el inconformismo, la crisis de identidad multiplican los conflictos. La preocupación de los padres por el futuro de sus hijos, su educación,  la influencia de sus amigos, la ingesta de alcohol o drogas y la posibilidad de un  mal uso del sexo, se añade al propio conflicto generacional. Encontrarse a sí mismo de nuevo es la difícil tarea en la que está inmerso todo adolescente.


CAMBIOS PSICOLÓGICOS

Crisis de oposición: necesidad de autoafirmarse, de formar un yo diferente al de sus padres a los que han estado estrechamente unidos hasta ahora, autonomía e independencia intelectual y emocional. Nuestro niño pasa ser de los demás, especialmente de los amigos.

Desarreglo emotivo: unas veces con la sensibilidad a flor de piel y otras en las que parece carecer de sentimientos. Un día nuestro/a hijo/a nos sorprende con un abrazo y otro día rechaza cualquier muestra de cariño.

Imaginación desbordada: Sueñan, y esto no es más que un mecanismo de defensa ante un mundo para el que no están preparados. Es un medio de transformar la realidad, ellos pueden cambiar el mundo, hacerlo mejor.

Narcisismo: Se reconoce al adolescente por las horas que le dedica al espejo. Le concede una importancia extrema a su físico: puede lamentarse por un grano en la nariz, obsesionarse por la ropa, por  estar gordos o delgados. Quieren estar constantemente perfectos aunque su visión de la estética no tenga nada que ver con la nuestra.  

Crisis de originalidad, presenta dos aspectos:  

a) Individual: como afirmación del yo, con gusto por la soledad, el secreto, las excentricidades en el vestir, o en su forma de hablar o de pensar. Necesita reformar, transformar el mundo, ser distinto y especial.

b) Social: aquí está la rebelión juvenil: rebelión en cuanto a los sistemas de valores de los adultos y las ideas recibidas. Achacan al adulto sobre todo su falta de comprensión y el hecho de que atente contra su independencia. La uniformidad en el lenguaje y en la vestimenta de los adolescentes, no es más que la necesidad de afecto, de ser considerado, aprobado por el propio grupo.


SENTIMIENTOS QUE ACOMPAÑAN A ESTAS MANIFESTACIONES

Sentimiento de inseguridad: sufre a causa de sus propios cambios físicos que no siempre van parejos con su crecimiento emocional. A veces se encuentran con un cuerpo de adulto, que no corresponde a su mente, y no se reconocen lo que conlleva una fuerte  falta de confianza en si mismos.

Sentimientos angustia: puesto que existe una frustración continua. Por una parte le pedimos que actúe como un adulto y por otra se le trata como un niño. La tensión que el chico soporta se manifiesta por:          

a) Agresividad: como respuesta a dicha frustración, la agresividad es un mecanismo habitual. La cólera del adolescente ante nuestra negativa a sus exigencias, la irritabilidad, la propensión a la violencia, que de momento les supone una bajada de tensión, por supuesto es sólo momentánea. Las malas contestaciones, los portazos, las reacciones desmedidas en las peleas con los hermanos, etc. son claros ejemplos.

b) Miedo al ridículo: se encuentra exageradamente presente. Es un sentimiento social de vergüenza, atravesar un sitio con mucha gente, ir con ropa poco apropiada para el grupo, etc. y que puede tener manifestaciones físicas: taquicardia, trastornos gastrointestinales, etc.

c) Angustia expresada de modo indirecto: el miedo al examen, (quedarse en blanco), timidez extrema, miedo a desagradar, reacción de rechazo cuando se le dan muestras de cariño, tanto en público como en privado.

d) Sentimientos de depresión: por la necesidad de estar solo, de melancolía y tristeza que pueden alternar con estados de verdadera euforia.

 

Estas características entran dentro de la normalidad cuando están dentro de unos límites. La angustia, la depresión, la irritabilidad, el ir contra las normas, puede volverse patológico cuando es exagerado y vemos que el adolescente está sufriendo mucho y o hace sufrir a los demás, cuando vemos que se altera toda su vida y que esos sentimientos le condicionan absolutamente y  que, de alguna forma, les hace alejarse en exceso de la realidad.


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